miércoles, 9 de abril de 2014

#Ranciofacts: Vivir en Córdoba


El dibujante Pedro Vera publica en El Jueves semanalmente su dosis de ranciofacts ("expresiones revenidas, tópicos manidos ad nauseam, frases automáticas"). Digamos que lo rancio es como el postureo pero con caspa. Para que nos entendamos: si probar el sushi del Mercado Victoria es #postureo, comerse un perrito en el Lucas es #ranciofact. La ranciedad campa a sus anchas, también en nuestro querido Califato (#ranciofact) y por eso esta humilde speaker (#ranciofact) ha querido hacer su aportación a la enciclopedia Espasa de lo rancio aplicando el concepto pedroveriense a algunas escenas de nuestra cotidianidad. Desde el respeto, desde el amor, desde todas esas cosas buenas que hay que llevar siempre por bandera, por si las moscas. 


CÓRDOBA EN MAYO

Ah, mayo. La buganvilla florece, el azahar adorna los naranjos de lunaritos blancos, la ciudad se viste de primavera y los cordobeses, orgullosos de serlo y dispuestos a demostrarlo, hacemos nuestro particular viacrucis por todas las barras, verbenas y botellones.


La cata de vino es como la casilla de salida y se coge con muchas ganas. De ahí en adelante, todo es beber. Te importa un carajo qué barrio ha ganado el concurso popular de cruces de la categoría de zonas modernas y no pisas un patio ni por equivocación -a no ser que vengan tus amigos forasteros de visita, entonces hay que hacer gala del patrimonio. A la feria no entras hasta que no te has bebido tu botellón y las sobras del que tenías al lado. No te culpo, no hay manera humana de aguantar la feria sobrio.


VACILAR DE LOS GRANDES NOMBRES

Mala cosa, porque Córdoba no es solo la gran señora de Séneca y Almanzor.


Oye, poca broma: el Aserejé te lo sabes de principio a fin coreografía incluida, pero de Averroes solo recuerdas que llevaba un gorrito raro. No pasa nada: mientras no aparezca un delegado de cultura integrista católico que decida eliminar los nombres blasfemos de calles y edificios públicos, su memoria está (casi) a salvo.


CRISOL DE CULTURAS 

Tan orgullosos estamos de nuestra identidad multicultural que este debate copa todas las conversaciones en reuniones y eventos sociales.


No, en serio. Es un recurso fácil para la defensa de un legado histórico del que en realidad no tenemos demasiada idea. Marketing puro. Nos lo cuentan en el cole y lo repetimos como loros. 


EL SONETO A CÓRDOBA

Muy rancio sabérselo de memoria. Más aún recitarlo con la lagrimilla saltada y dándose golpecitos en el pecho.




EL CÍRCULO DE LA AMISTAD, EN SÍ

En esta imagen tomada de Google Maps se puede observar el tufo a Varón Dandy que procede del interior de tan solemne edificio.



LAS VERDADES UNIVERSALES

Hay pocas cosas más rancias que decir:


Bueno, que si se ha repetido generación tras generación, será verdad. Yo he oído que es el bar que más cerveza tira, que el barril se cambia cada dos por tres y que es eso explica que tenga un sabor diferente. Pero no hay que olvidar el componente psicológico, el poder que tiene un juicio de valor interiorizado como verdad absoluta. La mejor cerveza, la del Correo y punto.


DEFENSA ACÉRRIMA DEL PATRIMONIO GASTRONÓMICO

Amamos lo nuestro y estamos dispuestos a luchar hasta la muerte por salvarlo de los villanos usurpadores. Prueba de ello, el triunfo de Córdoba sobre Sevilla en la conocida como Batalla del Salmorejo en el verano de 2013 -bastante más sangrienta que la del Ebro pese a lo que puedan decir los libros. "Sevilla se rinde", ojo.


Ranciedades derivadas de esa eterna lucha Cordobismo-Sevillanía aparte, si de algo fardamos aquí es de ser patrones del salmorejo, el flamenquín, el rabo de toro y las berenjenas a la miel. Y de los pinchitos del Rafalete. Y de los durum de dudosa carne de ternera servidos en el Corkebab o el Al-Salimi, incluso.



EL BARULLO

Muy propio del cordobés de bien meterse en toda bulla que vea, aún sin saber muy bien de qué va el asunto y sin atenerse a las consecuencias. Como dice el refrán, la curiosidad mató al gato, y hay leyendas que hablan de cordobeses que fallecieron en el barullo de la Noche Blanca del Flamenco al meterse para dar una putivuelta y no lograr salir. 


Además, que es peligroso porque a esa noche no se la llama blanca solo porque los conciertos sean gratuitos. No sé si se me entiende.


Bonus track:

RANCIO, RANCIO


Cada vez que un cuñao le cuenta a un forastero las tres grandes contradicciones de Córdoba, muere un lince en Montoro. La próxima vez, te lo piensas.


#Ranciofacts son también hacerse una foto sujetando un pañuelo en la Calle del Pañuelo, llevar camisetas de Córdoba 2016 y defender como si te fuera la vida en ello el queso de Zuheros, el anís de Rute o el aceite de Baena sin haber pasado por la provincia ni para saludar. Y #ranciofacts de peso son el obispo, sus esbirros y la Agrupación de Hermandades y Cofradías. Pero bueno. Había que seleccionar.


4 comentarios:

  1. A mi me cambias el "Soneto a Córdoba" por el Soy Cordobés y me apunto a todas.
    (Eso si, la Feria te la aguanto hasta sereno.)

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    1. El Soy Cordobés es tan rancio que se sale de los esquemas de lo rancio. Verdad.

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  2. Illa con lo de las tres contradicciones te has pasado. Yo lo uso mucho xD Me he reído mucho. Por cierto cada vez utilizas mejor el Paint, increíble el efecto tufo de Barón Dandy. La misma sensación tridimensional que Caravaggio. Toda una artista. Por eso siempre me ponía contigo para hacer trabajos. Hace unos pagüerpoin que se te cae la babilla. Es que los chinos en eso de las artes plásticas...dónde va a parar.

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  3. Muy fan de tu #ranciofact y del tufo a Baron Dandy :)

    Saludos!

    Rafael Cano
    http://inperfectcano.wordpress.com/

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